Sensores de fibra óptica de alta sensibilidad. Esta es la clave que ofrece la tecnología fotónica al unirse a la ingeniería civil para prevenir derrumbes de infraestructuras, como el ocurrido en el puente de Génova en agosto de 2018. La startup valenciana Calsens aúna el conocimiento de los ingenieros de Telecomunicaciones, especializados en fotónica, con los de Caminos para diseñar y fabricar sus propios sensores para monitorizar estas infraestructuras.
Esta spin off de la Universitat de Politècnica de Valenciana, fundada en 2013, surgió para crear sensores de fibra óptica que monitorizaran, en principio, estructuras civiles, aunque ahora también realizan proyectos para la Agencia Espacial Europea (ESA) e, incluso, para el sector de la tecnología sanitaria.
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