A medida que avanza la digitalización aumenta el valor de los datos como activo principal en las organizaciones. Por otro lado, la llegada del 5G tendrá un impacto directo en la propagación del Internet de las Cosas, la industria conectada, el desarrollo de las ciudades inteligentes, el coche autónomo…y un sinfín de campos más que seguirán arrojando ingentes cantidades de datos para, posteriormente, procesarlos y explotarlos. Pero, para ello, hay que almacenarlos y conservarlos.
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