Un inventor inglés llamado George Medhurst propuso hace 200 años introducir vehículos dentro de tubos al vacío para reducir pérdidas aerodinámicas. Cien años después, en Rusia, el profesor Boris Weinberg comenzó a investigar cómo hacer levitar el transporte de forma magnética para reducir las pérdidas por fricción que se generan en los trenes en el contacto de la rueda con el carril. Ahora, en 2019, son algunas las empresas que se acercan a esa idea y que pueden traer al presente semejante medio de halo futurista. Entre ellas se encuentra la compañía valenciana Zeleros, que desarrolla un sistema de transporte sostenible para viajar a velocidades de hasta 1.000 kilómetros por hora, pero con reducidos costes energéticos y de infraestructuras.
Todo comenzó hace cuatro años, cuando cinco estudiantes de la Universitat Politécnica de Valencia fundó el equipo universitario Hyperloop UPV con el objetivo de participar en la competición de Elon Musk, CEO de la empresa aeroespacial SpaceX y que convocó a ingenieros de todo el mundo a proponer ideas sobre un nuevo medio de transporte revolucionario. En esa aventura se embarcaron los ingenieros aeronáuticos Daniel Orient, Germán Torres y Ángel Benedicto, y a los industriales David Pistoni y Juan Vicén, acompañados por el profesor Vicente Dolz, experto en mecánica de fluidos.
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