Hay expertos en matemáticas que son negados para los idiomas y genios de los negocios que jamás conseguirían tejer sin ayuda una bufanda. Hay personas que, por mucho que practiquen, nunca lograrán cantar una canción sin desafinar y existen otras incapaces de ser ordenadas por mucho que se lo propongan. Al igual que todos tenemos habilidades, también contamos con limitaciones que impiden o dificultan el desarrollo de ciertas actividades o aptitudes. Como apuntan los socios de Timpers, significa que, de alguna manera, todos tenemos nuestras discapacidades. La cuestión es dónde ubicamos la importancia: ¿en lo que tenemos o en lo que nos falta?
En Timpers lo tienen muy claro: “Importan muchísimo más nuestras capacidades que nuestras discapacidades”. Lo dice con total convencimiento Diego Soliveres (Santa Cruz de Tenerife, 1980), socio y cofundador de la que considera “la marca de zapatillas más inclusiva del mundo”. Sus ojos no le permiten ver, pero cuando toca la batería suena igual que Roger Taylor, sus competencias sociales son las de un líder nato y, aunque hasta hace poco no lo sabía, tiene una habilidad extraordinaria para diseñar a través del tacto. Diego tiene una discapacidad visual del 75%, pero muchos quisieran poder disfrutar de la misma visión que él tiene sobre la vida.
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